jueves, 13 de mayo de 2010

LA CRISIS DE LA BIODIVERSIDAD: EL HOMBRE Y OTRAS ESPECIES AMENAZADAS

Aqui presento un texto , recien encontrado, que estaba perdido en mi HD. Pues habra que darle una buena leida. Espero que les sea grato y explicativo

Muchos Saludos-

Miguel Ferrer

Introducción

Biodiversidad es un término que se ha popularizado mucho y, por lo tanto, probablemente haya muchas definiciones circulando, no todas ellas coincidentes. A lo largo de éste artículo la que utilizaremos será la definición de Biodiversidad que figura en el Convenio Internacional sobre Diversidad Biológica de Río de Janeiro de 1992. Biodiversidad es la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte. Comprende además la diversidad dentro de cada especie, entre especies y de los ecosistemas.

Por tanto, la diversidad biológica tiene al menos tres niveles diferentes. El primero es un nivel de especial importancia, particularmente en conservación de especies amenazadas, que es la diversidad genética dentro de una misma especie. Todos los seres vivos con reproducción sexual somos muestras únicas e irrepetibles y somos distintos unos de otros por una variabilidad genética que proviene de la herencia de padre y de la madre. Es esa diversidad genética la base con la que trabajan los procesos evolutivos, es necesario que haya variación entre los individuos para que los procesos de selección puedan actuar. Cuando la población es muy pequeña, la diversidad genética de la especie puede estar en riesgo. Las poblaciones pequeñas, con alto nivel de endogamia terminan con un empobrecimiento genético que es peligroso porque limita las posibilidades de futuras adaptaciones de la especie a cambios en el ambiente. En consecuencia, la conservación de la diversidad genética es también parte de la conservación de la Biodiversidad y de hecho es una parte importante.

El segundo nivel de Biodiversidad es mucho más conocido y se refiere al número de especies diferentes que se pueden encontrar en un ecosistema. Es el nivel de Biodiversidad al que la gente en general se refiere cuando habla de biodiversidad. Y por último hay otro nivel de Biodiversidad que son los ecosistemas diferentes y comunidades diferentes en una región entera (a través de una región entera), es decir que hay tres niveles de Biodiversidad: el nivel genético, el nivel de especies y el nivel de diversidad de ecosistemas.

Origen de la Biodiversidad

El origen de la Biodiversidad es, por lo que hasta ahora sabemos, la evolución mediante selección natural. Es por lo tanto un proceso enormemente lento que requiere, entre otras cosas, aislamiento geográfico. Existen también algunas formas de originar especies nuevas por procesos más rápidos, por ejemplo: cambios en la dotación cromosómica de las plantas, lo que se conoce como poliploidía, y que es el origen de la mitad de las plantas superiores. También hay otros procesos de aparición de especies nuevas con rapidez, como son los procesos de hibridación que de nuevo se dan con relativa facilidad en plantas, pero son en cualquier caso procesos minoritarios, la mayor parte del origen de la Biodiversidad, tal y como hoy creemos, proviene de procesos lentos como la evolución mediante selección natural.

La tierra tiene unos 4.550 millones de años de antigüedad, y los primeros posibles indicios de vida en el planeta aparecen hace 3.800 millones de años, aunque desde luego estamos completamente seguros de que hace 3.500 millones de años ya había vida en el planeta. Esa diferencia es todavía una cuestión que está en debate, pero hay indicios indiscutibles de vida en el planeta desde hace 3.500 millones de años, lo cual significa que la vida apareció en la tierra casi desde su comienzo. Todo ese tiempo es el que ha llevado a generar la Biodiversidad que actualmente conocemos. Como todos sabemos también, la evolución de la vida ha pasado por diferentes etapas, con grandes períodos de extinciones y con muchas variaciones en las especies más abundantes y dominantes. Llama mucho la atención el largo período de tiempo que tardan en aparecer los primeros organismos pluricelulares y los primeros organismos vertebrados.

En general, si representamos la evolución de la Biodiversidad a lo largo de la historia de la tierra, a lo largo de la historia de la vida, utilizando por ejemplo como referentes las variaciones en familias de origen marino, podemos comprobar como, aunque con oscilaciones subidas y bajadas, en general, los niveles de Biodiversidad tienen una clara tendencia ascendente. Se emplean mucho los registros fósiles marinos por que son los que conservan mejor. Los fondos marinos son excelentes lugares para que se conserven en buenas condiciones los depósitos de sedimentos de restos de seres vivos a lo largo de mucho tiempo y por lo tanto permite la reconstrucción más precisa y más continua de la evolución de las diferentes formas de vida a lo largo de la historia.

Podemos decir por tanto, sin temor a equivocarnos, que el planeta tierra actual es el que tiene mayores niveles de Biodiversidad de la historia, es decir, nunca han existido niveles de Biodiversidad tan elevados como los que tenemos en este momento en la tierra.

Tamaño y distribución de la Biodiversidad

Pero ¿cuáles son esos niveles de diversidad?, en realidad es una pregunta que no tiene una respuesta certera al día de hoy. Carl Von Linneo en el siglo XVIII catalogó 9.000 especies, pero actualmente se piensa que, por ejemplo en vertebrados, tenemos unas 50.000 especies y en insectos un millón de ellas. Las estimaciones del número de seres vivos que pueden habitar el planeta, sin embargo, no son precisas. Entre otras cosas porque la catalogación de la Biodiversidad es una actividad que ha atraído pocos fondos durante los últimos cien años y al día de hoy, se gasta más dinero en buscar vida en Marte por ejemplo, que en catalogar la que tenemos en la tierra.

Las estimaciones sobre el número total de especies actualmente presentes en el planeta varían. El número de especies que se han descrito hasta ahora son en torno a un millón y medio, pero según los autores las estimaciones de cuantas puede haber oscilan entre 3,5 millones hasta 111,5 millones. Probablemente una estimación razonable en realidad esté entre los 15-30 millones de especies, aunque todavía no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que la mayoría aplastante de seres vivos siguen siendo al día de hoy, igual que al inicio de la historia de la vida, las bacterias. El nivel de conocimiento del tamaño de la Biodiversidad varía según los taxones que analicemos. Hay algunos muy bien conocidos por motivos obvios y otros, sin embargo, con un nivel de desconocimiento elevadísimo, por ejemplo entre los peor conocidos podemos destacar virus y bacterias. Entre los que mejor conocemos sin duda están los vertebrados y también las plantas superiores, las plantas con flores.

Como hemos dicho, la diversidad biológica actualmente presente en el planeta es la mayor de su historia, pero ¿cómo se distribuye esa Biodiversidad?, ¿tiene una distribución uniforme por todo el planeta?, bien conocido es que eso no es así. Hay una tendencia a acumularse la biodiversidad en las zonas tropicales del planeta. En el entorno del ecuador es donde encontramos los mayores niveles de Biodiversidad. ¿Por qué hay más especies en los trópicos? Algunas hipótesis apuntan a que una mayor estabilidad en el foto-período, unido a una mayor estabilidad atmosférica, permite un desarrollo de la productividad óptimo que a su vez genera unas mayores oportunidades de especiación. También el hecho de su mayor estabilidad a lo largo del tiempo generaría fluctuaciones de menor intensidad, lo cual se traduciría en una menor tasa de extinción media en esa zona, lo cual de nuevo, de acuerdo con algunos autores, explicaría ese aumento de diversidad en los trópicos.

En el caso del ambiente Mediterráneo, la Biodiversidad es también bastante alta, aunque no es como en los trópicos, pero los ecosistemas Mediterráneos se caracterizan por una alta diversidad, mayor desde luego que en el resto del continente europeo que tiene latitudes más altas. De hecho, en el contexto europeo España, Grecia e Italia, son probablemente los países que tienen mayor nivel de Biodiversidad, particularmente España.

Importancia de la Biodiversidad

¿Para qué vale la biodiversidad? Al menos se pueden resaltar tres aspectos que son relevantes que son el valor que puede tener desde el punto de vista económico, el valor que tiene desde el punto de vista ético y el valor que tiene desde el punto de vista estético.

La Phylomedusa sp. es una pequeña rana que vive en ambientes amazónicos, pero no en las zonas de bosques más húmedos, sino en unos bosques mas secos. El grupo de especies de ranas Phylomedusa pueden colonizar ese ambiente porque han desarrollado una mucosa especial, una mucosa capaz de mantener los niveles de humedad necesarios para la piel de los anfibios en condiciones de humedad relativa menor. Esa capacidad es crítica porque la transpiración a través de los pies de los anfibios es un tema especialmente delicado. De estas ranitas y justamente de esa mucosa tan especial que le permite colonizar bosques un poco más secos de lo normal de la Amazonía, se han extraído hasta el momento más de trescientos principios bio-activos que se emplean en el desarrollo de fármacos en la industria farmacéutica y actualmente mueve más de quinientos millones de dólares en negocios farmacéuticos.

La mayor parte de las moléculas activas que se utilizan en tratamientos farmacéuticos tienen su origen en algún ser vivo, todos se han extraído de principios activos que están presentes en plantas o en animales. Actualmente una de las líneas de investigación más interesantes para entender y controlar los tumores es el estudio de los escualos. Los escualos tienen una extraña cualidad por la cuál la proliferación del cáncer, es decir, la metástasis, no se presenta en éste grupo de especies. El día que entendamos cuáles son los mecanismos vinculados a la protección que parecen tener los escualos contra la metástasis en cánceres, probablemente hayamos iniciado una vía de futura curación para ésta enfermedad en el ser humano. Sin embargo, muchos de éstos escualos están actualmente amenazados y desde luego son ampliamente perseguidos en todo el mundo. ¿Podríamos imaginarnos que hubiera sido de la historia de la salud humana y de la misma población humana, si hubiéramos extinguido el hongo de la penicilina antes de conocer sus curiosas propiedades antibióticas?

La Biodiversidad a fin de cuentas, nos proporciona alimentos (todo lo que comemos tiene un origen biológico), medicinas y materiales. En las novelas de ciencia ficción de mitad del siglo veinte nos imaginaban en el XXI vistiendo ropas acrílicas y viviendo en casas de metal y cristal, pero la realidad es que al día de hoy, seguimos utilizando materiales de origen natural, nos vestimos con lino, algodón y utilizamos madera y otros muchos materiales, incluidas las piedras calizas que tienen un origen biológico, es decir, son productos de la Biodiversidad.

Por supuesto la Biodiversidad nos proporciona servicios impresionantes. Su participación es fundamental para la circulación de materias como los ciclos de carbono, oxigeno o cualquier otro elemento importante en la vida, y además prestan servicios también afectando a la estabilidad del clima, así, sin la Biosfera, el clima sería absolutamente distinto, y desde luego, muy contrario a nuestros intereses. No sabemos lo que la biodiversidad nos puede deparar en el futuro. Gran parte de los problemas relacionados con la salud humana, se han resuelto copiando fragmentos de ADN que estaban presentes en seres vivos. Destruir algunas especies sin haber conocido en detalle su genoma, es algo así como quemar los libros de una biblioteca sin haberlos leído, y es posible que en alguno de ellos estuviera la respuesta a una pregunta que nos salve la vida en el futuro. Por supuesto también según algunos autores, y es una opinión que yo personalmente comparto, el respeto a la vida es un imperativo ético o debería de serlo. Y por último, la vida es sin duda una fuente inagotable e innegable de belleza.

Desde un punto de vista más biológico, lo que se trata de proteger no es tanto las especies actualmente existentes, que también, sino el marco en el que se produce el proceso que genera la Biodiversidad, es decir, lo que para un biólogo es importante es señalar que los procesos evolutivos deben de continuar porque son ellos los que generan la Biodiversidad que tenemos ahora, y serán ellos mismos, estos procesos también, los que generarán la biodiversidad que existirá en el futuro.

Evolución y progreso

Analizando la evolución de la Biodiversidad, podemos ver que, como decíamos antes, hay una tendencia claramente ascendente en el número de especies, que ha dado lugar a interpretaciones que al día de hoy siguen siendo bastante extendidas, vinculando el concepto de evolución y el de progreso. Tendencias evolutivas es el término que empleamos muchos biólogos cuando nos referimos a éste fenómeno. La existencia de tendencias evolutivas ha generado una idea muy asentada, a veces implícita, a veces incluso explícitamente defendida por biólogos evolucionistas, según la cual la evolución es concebida como un proceso de progreso, es decir de mejora continua. Sin embargo, Charles Darwin cuando en su libro de “On the origin of species by means of natural selection” describió la evolución por medio de la selección natural, no utilizó ni una sola vez la palabra progreso. Darwin pone énfasis especial en refutar cualquier idea sobre direccionalidad en los procesos evolutivos que sería incompatible con su teoría. A pesar de ello, la vida se convierte en un discurso histórico.

En concreto Darwin lo que señalaba es que su hipótesis sobre la evolución mediante selección natural se basa en cuatro pequeñas asunciones. Primero: nacen más seres de los que pueden vivir, segundo: hay una variación individual que es transmitida de padres a hijos, tercero: esas diferencias entre los seres vivos dan la oportunidad de que haya una supervivencia diferencial, unos sobreviven mejor que otros en función de las circunstancias, y cuarto: con el curso de las generaciones, al acumularse las diferencias heredadas, se producen los procesos evolutivos. Pero si Darwin no menciona ni una sola vez la palabra progreso, ¿de donde viene esa visión de evolución como progreso?

La aparición de la teología natural (Ray y Derham XVIII) y la anatomía comparada facilitó que G.W. Leibniz diera a la Scala Naturae una dimensión temporal, convirtiéndola en “escala de perfección”. El objetivo era estudiar el Plan de Dios. El progreso cultural y social interpretado por la escuela histórica idealista de Kant, Schelling, y sobre todo Hegel y Marx como un proceso de progreso cultural y social, es decir, un discurso histórico sobre la evolución de la cultura y la sociedad humanas. Y por último, el tercer pilar en el que se asienta la idea de la evolución como. progreso es la idea de que la evolución tiene que tener finalidad. La octogénesis, la teoría de la recapitulación tan en boga en el siglo XVIII, influyeron sin duda en el concepto de finalidad en la evolución. La vida tiene un principio de perfección intrínseco en sí misma, es lo que pensaba por ejemplo Theilhard de Chardin, A. Comte,o el mismo J.S. Mill. Henri Bergson postuló la existencia del élan vital. La evolución se concibe como un proceso teleológico. Es interesante en cualquier caso citar que el concepto de finalidad de la evolución se podría incluso encontrar en referentes tan antiguos como en el libro de política de Aristóteles, en el que se cita textualmente: “Si la naturaleza no hace nada incompleto, ni hace nada en vano, la inferencia debe ser que ha hecho a todos los animales en beneficio del hombre”.

Al día de hoy, todavía persiste una confusión importante entre evolución y progreso como sinónimos, incluso entre biólogos evolucionistas actuales, como por ejemplo T. Dobzhansky , E. Mayrs o incluso O. Wilson. Muchos biólogos siguen pensando en el progreso como una característica de la evolución. El paso de procariotas a eucariotas, de unicelulares a multicelulares, etc., son para ellos evidencias de tendencias evolutivas que marcan un progreso en los seres vivos.

Uno de los argumentos más utilizados, es el aumento en el tamaño como indicador de una tendencia evolutiva, de un progreso en una dirección. Un buen ejemplo son las diatomeas. Las diatomeas, efectivamente, si representamos los fósiles de diatomeas durante doce millones de años, podremos comprobar que su tamaño medio ha ido subiendo progresivamente, que el representante mayor de cada una de las familias de diatomeas también ha ido aumentando de tamaño, lo cual parecería indicar una clara tendencia evolutiva.

Otra línea de aparente evidencia sobre la existencia y tendencias evolutivas, es la histórica representación de la evolución del caballo donde se ve una especie de línea progresiva de aumento, una tendencia hacia el aumento del tamaño del caballo y pérdida progresiva también del número de dedos de las patas. Lo mismo puede decirse de muchas representaciones sobre los procesos evolutivos, desde dinosaurios hasta aves o por supuesto, de la típica representación de la evolución humana con una fila de monos que se van progresivamente irguiendo hasta la postura de hombre actual.

Pero, ¿cómo es posible que un proceso que no tiene dirección por definición como la selección natural, pueda generar patrones que parecen representar una tendencia de aumento de tamaño, tendencia a la disminución del número de dedos, etc.?. La respuesta la podemos encontrar en un pequeño juego matemático conocido como Random Walker, en concreto. En uno muy sencillo conocido como “la marcha del borracho”. En este simulador matemático, en cada punto de la trayectoria, el Random Walker tiene igual probabilidad de ir hacia un lado que hacia otro, pero hay un muro que impide su desplazamiento hacia la izquierda. Se puede calcular con este tipo de simuladores que, necesariamente la distribución va a estar sesgada hacia la derecha y que con el tiempo suficiente se puede calcular además cuando, en función de las características de la simulación, llegará a alcanzar la cola de la derecha el valor predeterminado. Este es típicamente el resultado de una distribución normal donde la probabilidad de oscilar en torno al valor medio es igual en todas las direcciones, a la que se le ha añadido un muro a la izquierda del valor inicial, con lo cual toda la desviación posible por azar se puede producir solamente en una dirección generando una distribución más parecida a una Poisson que a una normal. Si eso fuera así, podríamos comprobar que las diatomeas, por ejemplo, que mencionábamos antes, no es sólo que hayan aumentado el tamaño medio, en realidad lo que ha ocurrido es que han aumentado la dispersión de tamaños. En efecto, en la evolución de las diatomeas lo que vemos es que la distribución de tamaños se ha ido ampliando a lo largo del proceso, como no podría ser de otra forma, dado que las primeras diatomeas eran las más pequeñas y a partir de ahí, por movimientos azarosos derivados de la selección natural sólo podían evolucionar hacia más grandes, eso sí conservándose también las más pequeñas. Eso es lo que se conoce como arbustos evolutivos. Lo mismo ocurre con cualquier otro aspecto, como por ejemplo la Biodiversidad. La Biodiversidad ha sido el resultado de que el inicio de la vida empezó, como era probable que así fuera, por las formas más sencillas, probablemente cercanas a tipos parecidos a las bacterias. A partir de ese momento y por movimientos aleatorios derivados de los procesos de selección, la única posibilidad de evolución era evidentemente hacia mayor complejidad, porque menor complejidad era imposible.

Si analizamos de nuevo la información actual sobre por ejemplo, los procesos evolutivos que han generado los caballos, tenemos que lejos de la imagen tradicional de una evolución lineal con progreso dirigido hacia un aumento del tamaño y disminución del número de dedos, lo que tenemos en realidad es un árbol evolutivo mucho más complejo, con muchas líneas filogenéticas coetáneas, algunas de las cuáles han desaparecido, otras continúan su camino y en absoluto corresponde a la imagen de un proceso lineal. Lo mismo ocurre con la evolución de los dinosaurios de los cuáles aparecen las aves, o por supuesto con los procesos de evolución humana, en el que hemos llegado a tener hasta cuatro grupos humanos coexistiendo a la vez como puntas de ramificaciones con ancestros comunes pero con líneas diferentes. Es decir, también la evolución humana se parece mucho más a un árbol evolutivo que a una línea evolutiva.

Sin embargo, y volviendo a Darwin nos encontramos con un pequeño problema que ha planteado también dudas a cerca de los procesos evolutivos. Si los procesos de selección son procesos de cambios graduales, ¿cómo es posible que en los registros fósiles falten.casi siempre los monstruos que funcionan como eslabones?, es decir, los pasos intermedios entre los grandes tipos animales reptiles-aves, reptiles-mamíferos, etc). Es muy difícil o, en caso de encontrarse son muy escasos, los fósiles que se pueden atribuir a un estadio intermedio.

En realidad el proceso evolutivo ha tenido como saltos. Ha habido momentos en los que la generación de nuevos tipos ha sido mucho más abundante, y ha habido momentos en los que la generación de nuevos tipos ha sido mucho menos frecuente, generando una situación de estabilidad en la diversidad. Esas variaciones en la velocidad de evolución ha sido explicada por autores como S. J. Gould , con lo que se conoce como teoría del equilibrio puntuado, según la cual las variaciones evolutivas se producen en tiempos rápidos, seguidas por largos períodos de estabilidad que preside la evolución. No es tanto que haya saltos, sino cambios de velocidad en un proceso que sigue siendo gradual en todo momento. Se definen períodos y crisis que coinciden con los cambios en el entorno biótico o abiótico. Curiosamente esta interpretación de la teoría de la evolución por equilibrio puntuado, se parece mucho a la interpretación de la evolución cultural de algunos estructuralistas como M. Foucault. Para ambas formas de pensar no habría ni finalidad ni progreso en la evolución biológica ni tampoco en el pensamiento. La historia está dominada por períodos de estabilidad y de vez en cuando crisis de cambios. En el período de estabilidad se crean y se exploran nichos nuevos desde el punto de vista ecológico o visibilidades como dirían los estructuralistas. Los períodos de crisis se deben a cambios en las condiciones de posibilidad, de acuerdo con M. Foucault , o a cambios en los ambientes bióticos o abióticos de acuerdo con S. J. Gould. Un nuevo período supone el triunfo de algunas estrategias de poder, según los estructuralistas, o de algunas apuestas evolutivas según los biólogos.

La sexta extinción

Volviendo a la representación de la evolución de la Biodiversidad, como ya hemos dicho, la tendencia es creciente, pero ahora nos vamos a centrar en esos, momentos que también hemos mencionado, de oscilaciones que se han registrado a lo largo de la historia. Hay cinco grandes períodos en los que la Biodiversidad tiene una tendencia claramente regresiva. En algunas ocasiones esa regresión ha supuesto la desaparición de más del 50% de los seres vivos conocidos en ese momento. Por ejemplo, las extinciones del Pérmico tardío, se llevaron por delante a 52% de las especies de seres vivos que existían anteriormente. Estos cinco eventos se conocen como eventos de grandes extinciones que han supuesto la extinción de algo más del 10% en el mejor de los casos de los seres vivos previos al período catastrófico.

Si miramos ahora cuál ha sido la tasa media de extinción que hemos registrado en un período mucho más reciente, del 1600 hasta hoy, podremos comprobar que ha experimentado un crecimiento exponencial. Por éste tipo de crecimiento exponencial de las extinciones es por lo que los biólogos de la conservación hablan de éste período en el que vivimos como el período de la sexta extinción. Si tenemos en cuenta que la duración media de una especie sobre la faz de la tierra es de media 10 millones de años y calculamos la tasa de extinción de fondo, es decir la tasa de extinción normal de especies en períodos en que no hay catástrofes, comparado con la situación actual, hemos multiplicado entre 100 y 1000 veces la extinción habitual de fondo. Las especies extinguidas desde el 1600 hasta el presente son el 2,1% de los mamíferos, el 1,6% de las aves, el 0,1% de los peces, y poco menos del 0,5% de anfibios y reptiles.

De todas formas, la capacidad de extinguir otras especies no parece que sea una cualidad reciente del ser humano, de hecho, nos ha acompañado desde nuestro propio origen como especies. Si analizamos la desaparición de la megafauna (consideramos megafauna a aquellos mamíferos mayores de 44 kilos) en los diferentes continentes desde la aparición en ellos del ser humano, entre el 74 y el 86% de la megafauna desaparece en cada continente coincidiendo con la aparición del hombre. África, sin embargo es el único continente donde la megafauna parece haber resistido los envites de la especie humana, posiblemente porque al tratarse de nuestra propia cuna, la megafauna ha tenido tiempo de adaptarse a un mono tan peligroso como nosotros, y ha soportado mejor nuestra persecución y nuestra actuación sobre el hábitat que los otros continentes donde lo hemos pillado digamos que de improviso.

¿Por qué desaparecen las especies? Básicamente por el crecimiento de la población humana, de sus animales domésticos y de las plantas cultivadas. Las causas de pérdida de Biodiversidad por acción humana son básicamente, la persecución directa, la destrucción y transformación del hábitat, la introducción de especies exóticas, las extinciones en cadena y los vórtices de extinción. Un famoso ejemplo de lo que Un buen ejemplo de extinciones en cadena, es el caso del pájaro Dodo en la Isla Mauricio, Este original descendiente de palomas que alcanzó un gran tamaño, fue exterminado, según dice la tradición, por los marineros portugueses. A los doscientos años de su extinción, se comprobó que una determinada especie de un árbol existente también sólo en la Isla Mauricio, no tenía ningún rebrote que tuviera menos de 200 años. Se comprobo que para la fertilización del fruto de éste árbol era necesario su tránsito por el tracto digestivo del Dodo. Desaparecido el Dodo, el árbol no tenía capacidad para producir nuevos brotes y por lo tanto también se extinguía Las extinciones en cadena hacen referencia a que algunas especies son fundamentales para otras y por lo tanto la extinción de alguna de ellas puede provocar ineludiblemente la extinción de otras que dependan de ella, una o muchas.

Hacia una solución

Ante este panorama un tanto desolador de pérdida de biodiversidad ¿Que se puede hacer?. En primer lugar hay que señalar que en los últimos 50 años la tasa de extinción se ha frenado de forma muy significativa. Eso se puede interpretar al menos de dos formas, una: hemos exterminado las especies más fáciles de mamíferos y aves durante estos años pasados y las que quedan nos cuestan más trabajo erradicarlas, o dos: los cambios en la actitud humana derivados de nuestra preocupación por la conservación de la Biodiversidad y la legislación, la declaración de zonas protegidas etc, están consiguiendo frenar la tasa de extinción que habíamos tenido durante los últimos siglos. Probablemente la realidad sea la mezcla de ambas cosas. Justamente para entender los orígenes de la Biodiversidad, y como gestionarla de forma adecuada, para no poner en riesgo nuestra propia vida, aparece la Biología de la Conservación. En la Biología de la Conservación, España es la cuarta potencia mundial.

Hablaremos ahora de un caso típico de especie en peligro de extinción y de que posibilidades reales de evitarla existen. El Águila Imperial Ibérica, una de las águilas mas escasa del mundo pero que ha pasado de 103 parejas en 1980, cuando comenzamos a trabajar con ella hasta las 250 en la actualidad. No es un caso único, en general la fauna amenazada de la Península Ibérica está mejor o mucho mejor ahora que hace 20 años, con la única y llamativa excepción del Lince ibérico.

Sin embargo, no es sólo una cuestión de conservar especies amenazadas sino de caminar hacia un modelo de desarrollo distinto; lo que se ha dado en llamar desarrollo sostenible. La pérdida de la Biodiversidad actualmente no se computa como gasto interno en las empresas, sino que el gasto empresarial lo contempla como algo externalizado, es decir, está deteriorando patrimonio de todos nosotros, aunque contribuya a la elaboración de un producto en cuyo precio no se repercute el gasto ambiental

La política de conservación de la Biodiversidad se ha basado principalmente en políticas de conservación de espacios, la creación de Parques Nacionales, santuarios y reservas en los años 70 y 80, en los que básicamente se pretendía la exclusión humana de la zona, que la propiedad fuera pública y la financiación pública, de eso pasamos a un modelo intermedio de parques naturales, red natura, etc, en el período 80 a 2000 en el que hay una tolerancia a la presencia humana en las propiedades privadas y la financiación de la conservación sigue siendo pública y , finalmente un nuevo modelo tipo custodia y gestión del territorio que empieza en el 2000 y que se basa en acuerdos voluntarios en la propiedad privada y en la financiación privada. Básicamente lo que se ha movido es el pensamiento desde una idea en la que se defendía que lo que había que conservar era lo natural, el hombre y sus actividades son artificiales y por lo tanto hay que excluirlos de los sistemas naturales para proteger la naturaleza. Menor intervención es igual a más natural y como natural se considera sinónimo de bueno, hombre es igual a artificial y por lo tanto malo. De esa forma de pensar pasamos al otro extremo que es que no hay nada natural en el sentido en que se utilizaba antes o más bien todo lo es. En Europa el hombre y sus actividades han generado sistemas de alta Biodiversidad que debemos conservar, eso requiere intervención, hay que conservar lo que nos interesa, no lo que es natural.

Conviene reflexionar que aunque patrimonio natural y patrimonio histórico-artístico tienen muchas similitudes tambien tienen unas diferencias básicas. El patrimonio natural carece de planos originales, es por definición un sistema dinámico y por lo tanto no hay ningún punto de retorno al que volver si consideramos que está deteriorado, sino más bien un modelo hacia el cual dirigir la gestión. El patrimonio natural además no se queda quieto, los seres vivos se mueven por el territorio todo el tiempo, eso resulta ahora especialmente evidente en el marco del nuevo paradigma del cambio global, donde estamos viendo procesos de movimientos de seres vivos mucho más rápidos de lo que pensábamos, pero en cualquier caso siempre ha sido así. Hay algunos estudios interesantes que indican que las plantas protegidas de la reunión Natura 2000, el 30% de ellas se habrán salido de la Red Natura 2000 probablemente en un período inferior a 50 años. Así que necesitamos desde luego sistemas de gestión del territorio mucho más ágiles de los que hemos tenido hasta ahora.

Conviene señalar sin embargo que no es posible hacer un desarrollo sostenible con un crecimiento de la población humana insostenible. Es tiempo de mandar un mensaje claro, no hay desarrollo sostenible con una población insostenible, tenemos que moderar el crecimiento de la población humana ahora.

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